¿Cómo detectar un teléfono falso de segunda mano?
El dicho “no es oro todo lo que reluce” lleva con nosotros desde antes de los dispositivos conectados, los Smartphone y las pulseras cuantificadoras, no obstante, también es aplicable para estos productos.
Las compras en “china”.
En muchas ocasiones, antes de decantarse por un u otro sitio, el usuario dispuesto a comprar un producto busca aquel distribuidor que nos ofrece un mejor precio. Existe por ello una guerra por ofrecer el precio más ajustado y llevarse así una porción mayor de la “tarta” que suponen los consumidores.
Cuando el cliente observa un menor precio, suele asociarlo a un mejor trato con el fabricante por parte del distribuidor o unos menores costes de transporte. Esta es la clave para que muchos vendedores puedan lucrarse engañando a los consumidores.
El mejor ejemplo.
Yo mismo, como poseedor de una Xiaomi MiBand, a la hora de su compra y en varias páginas web he podido ver como muchos consumidores descubrían que lo que habían comprado no era lo mismo que les había llegado a sus casas.
En este caso, el fraude consistía en una pulsera muy similar a la original salvo en un detalle, la compatibilidad. Era en este punto donde los usuarios detectaban el fraude al ver que la propia documentación que les llegaba con el dispositivo hacía referencia a una aplicación distinta de la de Xiaomi.
Los teléfonos de segunda mano o de procedencia dudosa.
Aunque suene a historia de ficción, he podido ver en primera persona como intentaban vender a varios individuos un teléfono “iPhone” por un precio bastante módico en proporción a los precios normales de Apple. Esta venta tenía lugar en plena calle por parte de un individuo que se los ofrecía como si fuesen pañuelos de papel a los transeúntes.
En este caso, no fue necesario buscar demasiado para encontrar este tipo de venta en internet donde, acompañando el nombre del dispositivo, aparecía la palabra “copia”. En esta palabra reside la clave de esta “estafa” donde el vendedor intenta engañar a los viandantes ingenuos.
Lamentablemente, hoy en día ya no es necesario salir de casa para ser engañado. Detrás de muchos vendedores y protegidos por determinadas empresas de compra-venta que no cuentan con las herramientas necesarias para proteger a los consumidores, se esconden “fraudes” como estos que relatábamos.
¿Cómo comprobar si lo que me han vendido es original?
Cuando se tratan de dispositivos comunes, unos auriculares o un adaptador, la tarea es algo más compleja puesto que es necesario distinguir si existe algún rasgo que no le atribuiríamos a un fabricante de categoría. Por lo general, las copias suelen tener siempre una peor calidad estética.
Si se trata de un dispositivo Android, podemos decir que el propio dispositivo se “chiva” de lo que es en realidad. Existen en el Google Play aplicaciones que permiten ver los componentes que el hardware del dispositivo tiene. Estas herramientas tampoco serían infalibles, las estafas van mejorando con el tiempo y los estafadores ganan experiencia en este juego del “gato y el ratón”, pero para los casos más burdos si os servirá para salir de dudas.
CPU-Z y AIDA64.
Estos dos nombres van asociados a dos aplicaciones que nos dirán todo lo que queremos saber de nuestro dispositivo, desde el fabricante del procesador a la velocidad de reloj del mismo. Si sospecháis que os han engañado, estas herramientas junto con la propia página web del fabricante del dispositivo original os podrán hacer salir de dudas.
Consejos.
Aunque resulte obvio, en muchos casos leer comentarios de otros consumidores puede ayudar bastante a no caer en este tipo de trampas. Otro dato importante es que en muchos casos el precio al que se ofrece el producto ya nos hace sospechar de algo fraudulento. Si bien es cierto que los dispositivos sufren siempre una depreciación importante a lo largo de su vida, es igualmente difícil que lleguen a los precios que muchas veces se ofertan.
Por lo general, por lo menos por ahora, los dispositivos que más se falsifican son los de gama alta de marcas conocidas ya que son los que más interés despiertan en los posibles clientes. En muchos casos, los propios vendedores hacen referencia a que el dispositivo no es original. La razón es que a muchos consumidores no les importa la idea de que sea una copia pensando en que simplemente, el dispositivo ha sido ensamblado por un tercero pero lo cierto es que el precio de la tecnología es el que es porque no todas las empresas cuentan con las capacidades como para construir un determinado terminal.
La copia de un dispositivo es algo muy distinto de la copia de una hoja de papel. En muchos casos el fabricante es el que diseña algunos componentes de hardware para el mismo. ¿Qué sentido tendría vendérselo a alguien que quiere plagiar tu trabajo?