Facebook demanda a una empresa con sede en España por vender “Likes” en Instagram
Facebook ha presentado hoy dos demandas, una en Europa y otra en Estados Unidos, con las que busca hacer cumplir sus “Términos de servicio” una de esas cosas que aceptamos sin leer al registrarnos en Facebook e Instagram. El punto de mira está puesto en el software que permite automatizar funciones en Facebook a Instagram.
La noticia podría ser un día más en Facebook, una empresa que se empeña en transmitir a sus usuarios la sensación de que están “seguros” tras unos movimientos cuanto menos, dudosos, por parte de la compañía en los últimos tiempos, no obstante, la empresa demandada en Europa tiene su sede en nuestro país.
Además de incumplir los términos de servicio de Facebook, la empresa infractora en España habría incumplido también normas sobre seguridad en bases de datos aplicables en nuestro país.
El nombre de la empresa demandada es MGP25 Cyberint Services y lo que estaría permitiendo sería comprar likes y comentarios falsos en la plataforma de Facebook Instagram. Esto va en contra de la norma de Facebook que prohíbe el uso de software automatizado que trate de engañar a la plataforma. Facebook habría remitido a dicha empresa una carta de “Cese y desista”, además de bloquear el acceso a la red social, algo que no habría detenido según Facebook a la empresa demandada y que finalmente llevará a MGP25 Cyberint Services a los tribunales.
En lo que respecta a la demanda en los Estados Unidos, Facebook ha demandado a una empresa que en teoría solicitaba a sus usuarios los credenciales de inicio de sesión en Facebook para, haciéndose pasar por un teléfono con Android, acceder y recopilar información de dichos usuarios.
¿Es realmente importante?
Sin tener acceso a toda la información de la que dispondrá Facebook para considerar el tamaño de estas dos empresas, parece difícil llegar al entusiasmo con el que Facebook parece tratar esta noticia. La compra de seguidores, likes o comentarios no es nada nuevo y difícilmente podemos creer que en el mundo la única empresa que se dedicase a ello tuviese sede en España. Parece en realidad una forma de limpiar un poco más la imagen de la compañía que ha estado tantas veces en entredicho.