Google detiene las transcripciones del Asistente de Google durante 3 meses en la Unión Europea

Te están vigilando. El Gobierno tiene un sistema secreto. Una Máquina. Que te espía todos los días a todas horas…” Así empezaba la introducción de la popular serie “Person of Interest” emitida en nuestro país bajo el título de “Vigilados”. ¿Por qué empezamos un artículo hablando de una serie de televisión? Porque hoy este problema podría ser una realidad, no por parte del gobierno, por parte de empresas como Google, Amazon o Apple, o al menos es lo que piensa “The Hamburg Commissioner for Data protection and freedom of”.

Google Assistant y el tratamiento de los datos.

El problema empieza con Google Assistant. Google trabaja en mejorar la respuesta del asistente, para ello usa las grabaciones que el asistente extrae de sus usuarios y, usando trabajadores de carne y hueso, evaluar el sistema ha entendido bien al usuario.

Este proceso se realiza por revisores humanos, la única forma de comprobar si un algoritmo así se confunde o no, lo que implica un riesgo para la seguridad, como ya se ha demostrado con la publicación por parte de algunos medios que habrían sido capaces de acceder a algunas de estas grabaciones.

El problema no es únicamente que lo que pedimos al asistente sea escuchado y procesado por personas, el problema llega cuando existe el riesgo de que el asistente se confunda y entienda una orden que no existe, haciendo posible que en las grabaciones aparezca información personal de todo tipo que no queremos compartir con Google, desde nombres a direcciones, que a su vez pasa por los oídos de estos revisores.

Google detiene las transcripciones tres meses.

Con la idea en la cabeza de que en esta generación de dispositivos electrónicos el gancho para vendernos un dispositivo u otro residirá en la privacidad, no es de extrañar las medidas que ha tomado Google, suspendiendo estas transcripciones en la Unión Europea desde hoy hasta dentro de tres meses. Tras esta fecha quedará ver qué medidas toma la compañía para evitar nuevamente este tipo de problemas de privacidad. Es posible que el uso de empleados permita mejorar el sistema de Google pero a su vez, ahora que sus usuarios saben lo que sucede con sus datos, un número mayor de usuarios se niegue a usarlo.