Las mejores aplicaciones para niños deberían ser de pago
Hace unos pocos años, era muy común escuchar como algunas madres y padres les decían a sus hijos que no aceptasen cosas de desconocidos. Esto era muy común cuando los niños hacían recorridos sin la compañía de un adulto o cuando iban a la escuela. Había una concienciación sobre los peligros que suponía o podía suponer para un niño encontrarse con una persona indeseable o una mala compañía.
Con el paso del tiempo, lo cierto es que ya no prestamos tanta atención a lo que hacen los más pequeños de la casa y frases como la de que no hables con desconocidos, caen en desuso. Todo esto no es necesariamente malo, es decir, si cada vez es menos habitual el uso de estas frases, no es porque seamos peores padres si no porque son menos necesarias en la sociedad.
Por otro lado, es necesario que rescatemos un refrán muy común que ya se usaba años atrás, “Nadie da duros a cuatro pesetas”. Aunque lejos quedan ya aquellas pesetas, este refrán sigue teniendo validez, queriendo decir que nadie va a regalarnos nada y que todo lo que conseguimos, tendrá un precio directo o indirecto.
¿En que afecta a los más pequeños?
Aunque algunos desarrolladores pueden no tener ningún tipo de oscura intención cuando nos ofrecen una aplicación de manera gratuita, sigue existiendo la posibilidad de que se aprovechen de ello. Podemos pensar que somos lo suficientemente maduros como para discernir entre lo real y lo que es demasiado bueno para ser real pero no en todos los casos es así.
Es habitual encontrarse padres que regalan a sus hijos algún dispositivo, bien una Tablet o bien un teléfono y podemos decir que no en todas las ocasiones al hacerlo ponen el cuidado que es necesario. Muchos padres pueden ver estos dispositivos como una moda o como una herramienta para entretener a sus hijos pero esta tecnología no deja de ser una puerta abierta al mundo exterior. Es una comunicación entre los jóvenes y el exterior con todos los riesgos que ello supone.
Google lo sabe y quiere darnos el control.
Si en algún momento hemos cacharreado con el sistema de desarrollo de Google y hemos llegado a publicar una aplicación, nos encontramos que desde hace algún tiempo es necesario cubrir una especie de encuesta que nos permite calificar la edad recomendada para nuestra aplicación en función de lo que sea capaz o no de hacer. No es casualidad que una de las preguntas que nos hacen, sea si nuestra aplicación tiene la capacidad o no de comunicarse con terceros, es decir, si desde ella el usuario será capaz de hablar con otros usuarios.
¿Por qué son peligrosas las aplicaciones gratuitas?
Si dejamos el control a nuestros hijos, aunque no lo hagan intencionalmente, pueden descargar alguna aplicación que no sea recomendable para ellos. Aunque bloqueemos las aplicaciones a las que pueden acceder por edad, esto no impedirá que algún desarrollador copie la apariencia y nombre de una aplicación más conocida, normalmente de pago, para intentar hacernos instalar aplicaciones de terceros o incluso el envío de SMS Premium o llamadas a números 900.
Un ejemplo es lo que ha pasado con la aplicación de Gran Hermano 17 este año donde un desarrollador ha usado un nombre conocido para estafar a los usuarios. Cosas como esta son más comunes de lo que parece y si lo pensamos, una aplicación gratuita provocará el visionado de publicidad como forma de ganar dinero y no podemos impedir que alguien haga click.
La mejor solución
Lo primero es asegurarse de comprar dispositivos con versiones recientes de Android. Desde Android Lollipop existen diversos ajustes para adaptar el dispositivo al usuario que lo está usando mediante un sistema de cuentas.
Por otro lado si lo que queremos es un entretenimiento de calidad para los más pequeños, será necesario que desembolsemos una pequeña cantidad de dinero. Podemos usar las ofertas de Google Play para hacernos con algún juego a muy buen precio que seguro que merecerá la pena.
¿Qué podemos hacer si no queremos gastar dinero? Pues al igual que haríamos caminando por la calle, no confiemos en todas las personas que encontramos. Si algo es muy bueno para ser gratis, posiblemente sea porque es mentira. Asegúrate de confiar en desarrolladores conocidos y buscar valoraciones para las aplicaciones que quieres instalar antes de hacerlo, nunca es demasiada protección cuando lo que está en peligro es tu seguridad.