Quizás Android no esté tan fragmentado como parecía
La fragmentación sucede cuando varias versiones anteriores de un sistema operativo persisten en los dispositivos activos, y ha sido un problema dentro del ecosistema de Android desde casi sus inicios. Muchos apuntan a la fragmentación como la principal causa de la mayoría de los problemas del sistema de Google, como los fallos de seguridad y errores en las aplicaciones.
En cada nueva versión se pueden hacer cosas que no se podían hacer en la anterior y viceversa. Imaginaros que sois un desarrollador que se dedica a hacer aplicaciones para Android, buscáis la versión que está instalada en más dispositivos y programáis basándoos en sus funciones. Cuando una persona se descargue vuestra aplicación, si tiene una versión menor, va a tener problemas y probablemente alguna de las características que tanto te costó programar no funcione.
Conocer la tendencia para hacer buenas apps
Por ello los desarrolladores muchas veces suelen pecar de cautos y no utilizan muchas de las funciones disponibles en el sistema por miedo a que los usuarios con versiones antiguas no las puedan disfrutar.
Para intentar evitar esto, Google, comparte todos los meses, una imagen como la anterior, donde se puede ver el porcentaje de instalación de cada versión.
Sin embargo, los datos de un estudio reciente, afirman que la distribución del sistema, basándose en el uso en vez de en las instalaciones es bastante diferente de lo que nos cuenta Google.
Lo que vienen a decir las anteriores gráficas es que se nota más la fragmentación en las instalaciones que en el uso, es decir, que hay muchos dispositivos con versiones viejas instaladas, pero que no se usan para navegar, ni descargar actualizaciones.
Tan sólo hay que ver los porcentajes de las tres versiones más usadas, en las dos gráficas, y observar que en las instalaciones, Marshmallow está en el cuarto puesto con el 10% mientras que en el uso, se encuentra en la tercera posición con un porcentaje similar a KitKat (22%). Incluso se obtienen datos parecidos a los de Apple, ya que las últimas 3 versiones se usan en el 93% de los dispositivos, mientras que las versiones de iOS 8 e iOS 9 ocupan el 97% del pastel.
Los datos erróneos pueden agrandar la fragmentación
Conocer estos datos es muy importante para los desarrolladores, ya que así, saben que es lo que pueden usar y lo que no, y si estos datos son ciertos, Google se tendría que poner manos a la obra y mejorar la forma de obtener los porcentajes y compartir datos más reales que las instalaciones, ya que así están favoreciendo la fragmentación provocando que no se usen las nuevas funciones del sistema operativo en favor de las viejas.