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Si tu teléfono no se actualiza, estos son los peligros

Cristian Do Carmo Rodríguez
21 de sep. de 2016
2 min de lectura
AndroidGoogle

Cuando vamos a comprar un nuevo teléfono para substituir al anterior, solemos pensar en las características de hardware. La memoria RAM y los procesadores son las piezas fundamentales que los fabricantes intentan vendernos así como unas mejores cámaras o alguna característica específica de algún determinado modelo. Más y más velocidad, mejores cámaras y almacenamiento suelen ser los ganchos más usados para captar clientes.

¿Por qué pasa esto?

Desde la aparición de los ordenadores y generación tras generación, los fabricantes de tecnología se han dedicado a vendernos el dispositivo intentando compararlo físicamente con el resto de modelos. En la industria de la informática, estamos acostumbrados a que el software pase a segundo plano por su versatilidad. Podemos instalar cualquier cosa que queramos y esto tarda mucho en hacer que nuestro dispositivo quede obsoleto.

En nuestros teléfonos, aunque el hardware sea importante, es necesario que le demos la misma importancia al software, es decir, la tan usada fragmentación de Android, tiene una razón de ser.

Cuando pensamos en un virus sólo pensamos en instalar una aplicación de una fuente nada fiable y que a su vez, la aplicación se aproveche de nuestra confianza para perjudicarnos de alguna forma. Aunque esto sí pueda ser cierto, una aplicación capaz de dañarnos la podemos encontrar en cualquier sitio, no sólo en internet si no en la propia tienda ya que algo que puede ser normal para unos es perjudicial para otros.

Pongamos un ejemplo

1

En las versiones de Android previas a Android Lollipop, se puede decir que un desarrollador sólo necesita un permiso básico para saber qué hacemos en cada momento en segundo plano. Con ello alguien podría saber que aplicación usamos en cada momento y conocer nuestros hábitos para usarlo en nuestra contra. Seguro que si muchos de los usuarios supieran que un desarrollador puede hacer este tipo de cosas, pensarían dos veces que aplicaciones instalar desde internet, el problema es que esto puede pasar con cualquier aplicación del propio Google Play y no sólo con aplicaciones de dudosa procedencia.

Las actualizaciones nos protegen.

2

La única forma que tiene Android de protegernos de nosotros mismos, es actualizando lo que pueden hacer o no los desarrolladores con cada nueva versión de Android. Si alguna vez nos hemos sumergido en el desarrollo de una aplicación, es común encontrar escrita mil y una veces la palabra “deprecated”. Esta palabra marca que ya no podemos usar una determinada función o código pero esto será aplicable sólo a esa versión de Android, dejando igualmente el código disponible para su utilización en las versiones más antiguas.

Aquí radica la necesidad de que nuestro dispositivo se actualice regularmente. Lo que es una pesadilla para los desarrolladores al tener que prever lo que pueda pasar con cada versión de Android, es la mejor forma de proteger a los usuarios de lo que un desarrollador sin escrúpulos pueda querer hacer con sus datos.