Nuevas tecnologías

El aprendizaje automático de Google llega al espacio

Cristian Do Carmo Rodríguez
18 de dic. de 2017
1 min de lectura
Apple

Hemos visto como los avances de Google en inteligencia artificial y en machine learning son cada vez más sorprendentes. La posibilidad de ejecutar tareas de una forma mejor que lo que hacíamos hasta ahora, crea infinidad de posibilidades en muchos campos. En AndroidTR hablamos anteriormente de la detección de células cancerosas en determinadas pruebas a pacientes que hacían uso del software de Google para llegar a unos mejores y más rápidos resultados. Ahora, gracias al machine learning, conocemos más planetas.

Por ahora parece que el mayor problema del machine learning es conseguir llevarlo e incorporarlo en un contexto u otro. Podemos decir que aunque se cuente con las herramientas necesarias, como si se tratase de una calculadora, es necesario que alguien guíe el proyecto.

En este caso, gracias al aprendizaje automático de Google con los datos recogidos por la nasa ha podido ser descubierto Kepler-90i, un exoplaneta rocoso que orbita su estrella cada 14.4 días. Para ello, el aprendizaje automático de Google necesitó aprender a detectar planetas.

 

 

Sus creadores, han tenido que entrenar a esta herramienta para detectar cambios de brillo cuando un planeta pasaba frente a una estrella o transitaba por ella. Existen grandes cantidades de datos que la NASA ha ido recabando y ya se intentó sin demasiado éxito anteriormente esta misma idea de usar el aprendizaje máquina. En este caso, este fructífero intento vino de la mano de un programador de Google AI.

Kepler-90i no ha sido el único descubrimiento que ha hecho esta herramienta, también se ha “encontrado” Kepler-80g, otro planeta interesante del tamaño de la tierra. Estos descubrimientos son un nuevo ejemplo del uso de herramientas de aprendizaje automático en las que Google dedica tantos esfuerzos. Tareas repetitivas de búsqueda de patrones en las que se pretende buscar una aguja en un pajar y el aprendizaje automático nos lleva ventaja porque, admitámoslo, seguro que nos aburriríamos de ver y buscar todos los días en montañas y montañas de información.

 

Vía – NASA.