Según la Wikipedia, el canon digital o canon por copia privada es una tasa aplicada a diversos medios de grabación y cuya recaudación reciben los autores, editores, productores y artistas, asociados a alguna entidad privada de gestión de derechos de autor, como compensación por las supuestas copias que se podrían hacer de sus trabajos en el ámbito privado. Es una definición un tanto técnica, pero viene a significar que cuando compras algo en lo que se pueda almacenar contenido, te cobran ciertos impuestos, por si acaso ese contenido es ilegal.
Este canon digital, vivió con nosotros un tiempo, unos cuatro años, en concreto, fue aprobado en el año 2006, pero tras una sentencia llamada «Padawan», fue inhabilitado en el año 2010, y a partir del siguiente año, los autores recibían esta «compensación», a través de los presupuestos del estado.
El problema, llegó cuando durante el año pasado, el Tribunal Europeo determinó que las personas jurídicas no podían recibir dinero a cargo de los presupuestos del estado, por lo que la sentencia que antes comentábamos quedó anulada, obligando al gobierno a aprobar el nuevo canon digital.
No será demasiado, pero lo notaremos.
Los precios de estos impuestos variaran según el tipo de producto y de su precio, pero estamos hablando desde el medio euro para los DVD vírgenes, hasta los más de 10 euros para discos duros y SSD.
Aun así, según la Asociación para el desarrollo de la propiedad intelectual (ADEPI), los impuestos que tendremos en España serán mucho menores que los encontrados en otros países como Alemania o Francia. Como se suele decir, mal de muchos, consuelo de tontos.
Una medida muy injusta, además de ilegal.
Fuera del marco informativo y a título más personal, me gustaría decir que esta medida se basa en fundamentos incorrectos, atenta contra nuestra presunción de inocencia, cuando por el simple hecho de comprar un dispositivo con almacenamiento, se presupone que en él se van a almacenar contenidos ilegales, estamos pagando justos por pecadores, y con esto no quiero decir que yo sea el justo ni mucho menos, pero no es de recibo que se nos ataque de esta manera, por delitos que no se sabe si cometimos o no.
Quizás este tema sea un poco polémico de más, e igual mucha gente no lo entiende, pero si lo llevamos a un ámbito más cotidiano, es como si por el simple hecho de conducir, nos cobraran un impuesto por si nos pasamos de la velocidad permitida y además, luego nos cobraran una multa cuando nos pillaran sobrepasándolo. ¿Os parecería justo ese caso? a mí al menos no, pero si tienes una opinión contraria, me encantaría discutirla contigo en los comentarios de esta web.