La imagen de un teléfono cayendo, casi a cámara lenta, sin importar la altura, es una de esas cosas que pone nervioso a cualquier “geek” o, en general, a cualquier poseedor de un teléfono. Ver caer a tu dispositivo, es horrible, pero aún es peor, ver el resultado en la pantalla.
Si eres un poco patoso seguro que tu teléfono se ha caído más de una vez. Según este estudio, al 90% de los usuarios se le cae el teléfono al menos una vez al mes. Sin duda, una cifra bastante significativa.
A pesar de estos datos, los fabricantes de teléfonos poco pueden hacen para intentar solucionarlo. Vale, Corning saca cada poco tiempo una versión de sus cristales, que se suponen más duros, pero todos los días se siguen rompiendo móviles, incluso el vidrio más fuerte es relativamente fácil de romper. Otros fabricantes optan por marcos más anchos y resistentes, pero admitámoslo, todos queremos que la pantalla abarque la mayor superficie posible y es precisamente ese el centro de todos los problemas.
¿Qué opciones tenemos?
Una vez asumido que nuestro teléfono está roto, tenemos que pensar qué hacer. Llevarlo a una tienda, a que nos lo arreglen parece la única opción, pero suele ser caro. Depende obviamente del tiempo que tenga el teléfono, el tamaño de la pantalla y el precio original del dispositivo.
¿Tenemos alguna otra opción?
Seguir usando el teléfono roto
Parece una obviedad, pero mucha gente, decide continuar usando su teléfono, aunque esté roto, y es una opción que sí o sí habría que mencionar.
Según los especialistas, no hay ningún problema por usar nuestros teléfonos en esas condiciones, al menos para la vista. Digamos que lo único que podría pasar, sería algún pequeño corte, si la pantalla está lo suficientemente rota.
Sin duda, el teléfono seguirá funcionando, pero seguro que no lo disfrutarás de igual manera.
Arreglarlo nosotros mismos
Si no lo queremos seguir usando mientras está roto, pero tampoco queremos pagar lo que costaría cambiar la pantalla del teléfono, aún tenemos una alternativa. Cambiar la pantalla nosotros mismos.
Así de primeras, parece complicado, pero con la cantidad de tutoriales y vídeos que podemos encontrar en la red y un poco de maña, cambiar la pantalla, puede llegar a ser muy sencillo.
A veces, resulta incluso más complicado encontrar la pantalla de recambio que el propio proceso. Por suerte, hemos encontrado esta tienda online donde comprar pantallas de móvil: iLevante, ellos nos ayudarán en el proceso de cambiar la pantalla de nuestro Samsung, Xiaomi, iPhone… o la marca que sea.
En primer lugar, es recomendable comprobar que existe un recambio para nuestro teléfono. Nosotros como ejemplo hemos buscado en iLevante la pantalla de un Google Nexus 5 y, a pesar de tratarse de un teléfono antiguo, todavía existen repuestos. Unos fabricantes son más conocidos que otros y es posible que, si tenemos un teléfono de una marca poco conocida, no tengamos forma de arreglarlo. Una vez sabemos que el repuesto existe y dependiendo de nuestra pericia, una visita rápida a Google para encontrar el proceso a seguir y solo tendremos que realizar el pedido.
El resto del proceso consistirá en, con cuidado, cambiar las piezas de nuestro teléfono. Haciendo nosotros este proceso no solo estaremos ahorrando en la mano de obra, también en el coste de las piezas que vamos a cambiar, algo que puede marcar la diferencia entre que decidamos usar nuestro teléfono con la pantalla completamente rota o arreglarlo.
¡Mucha suerte!
Por suerte para algunos, un Smartphone caído no es siempre uno roto, pero como dice el refrán más vale prevenir que lamentar, por lo que si no quieres estar en mi misma situación, lo mejor será que compres una funda o que tengas un poco más de cuidado.
Si por algún motivo no quieres o no puedes ser más cuidadoso, otra opción siempre es comprarte un ladrillomóvil más resistente y grueso que probablemente aguantará mejor los golpes.