Es paradójico que cuando hace solo cuatro años la tecnología que parecía ser el futuro fuesen los gadgets modulares, al final lo que ha terminado triunfando son los dispositivos plegables, que de modulares tienen poco. Dentro de la tecnología que prometía teléfonos modulares, también encontramos proyectos que querían hacer modulares otros dispositivos, este es el caso de “BLOCKS”, cuyo proyecto se vendía como el primer reloj inteligente modular del mundo. La campaña fue un éxito y todos los medios se hicieron eco de la noticia. Ahora, 4 años después, el proyecto se cancela y aquellos que invirtieron en él lo tendrán difícil para recuperar el dinero.
Lo que ahora parece una idea imposible a juzgar por los dispositivos donde los componentes están incluso soldados, hace cuatro años era el “Futuro”. En medio de esta espiral de promesas donde hasta Google llego a hacer su propuesta con “Project Ara”, un teléfono modular, otros emprendedores decidieron que lo que el mundo necesitaba era un reloj modular.
La propuesta de BLOCKS fue un éxito y como podemos ver en KICKSTARTER, la meta de 250.000$ se sobrepasó con creces con una recaudación de 1.613.874$. Lo que proponían era un reloj donde la correa pudiese contener componentes activos del reloj, escogidos por el propio usuario para adaptarse a sus necesidades.
¿Qué ha sucedido?
En 2016 BLOCKS perdió a sus socios principales, no obstante, el proyecto siguió adelante, tratando de lograr un producto funcional. Ahora, pasados un par de años, BLOCKS se ha quedado sin dinero para continuar con el proyecto y está liquidando sus activos restantes.
Debido al motivo de la finalización del proyecto, que no había dinero para continuar desarrollando ese primer reloj modular, es muy poco probable que los inversores que promocionaron el proyecto puedan llegar a recuperar su dinero. Se trata de algo a lo que los participantes de un crowdfunding se enfrentan a la hora de depositar su dinero y confianza en una empresa y que, en este caso, ha salido mal para sus inversores.