En una de esas cenas donde se arreglan los problemas del mundo (y se pelea por la última albóndiga), la esposa del trabajador de Google lanzó una queja que muchos compartimos: "¿Por qué no haces algo con los semáforos? Nos quedamos parados en ellos sin razón alguna," dijo.
Estudiando el problema.
Resulta que el transporte por carretera es uno de los grandes villanos en la emisión de gases de efecto invernadero, especialmente en las intersecciones de las ciudades, donde la contaminación puede ser hasta 29 veces mayor que en las carreteras abiertas. Y, oh sorpresa, la mitad de estas emisiones provienen de los autos arrancando después de detenerse en los semáforos.
Con millones de semáforos en todo el mundo, el problema era gigante y Google, con su capa de superhéroe tecnológico, tenía una oportunidad épica para hacer algo al respecto.
Así que el equipo de Google se lanzó de cabeza al mundo de la ingeniería del tráfico. Descubrieron que, aunque un poco de tráfico de parar y arrancar es inevitable, una parte se puede evitar optimizando los tiempos de los semáforos. Tradicionalmente, esto requería instalar hardware costoso o realizar conteos manuales de vehículos, métodos que son, digamos, tan prácticos como contar estrellas en una noche nublada.
"Nos dimos cuenta rápidamente de que teníamos una ventaja fuerte de la que las ciudades podían beneficiarse: más de una década de tendencias de conducción de Google Maps de todo el mundo," dice Dotan, uno de los trabajadores de Google. "Y unas semanas después, teníamos una propuesta de proyecto lista."
Esa propuesta se llamó Proyecto Luz Verde, una iniciativa que usa IA para hacer recomendaciones a los ingenieros de las ciudades para optimizar los semáforos existentes y reducir las emisiones. Después de evaluar docenas de otras grandes ideas, Luz Verde fue elegida por su simplicidad, escalabilidad y potencial de impacto.
Ejecución de Luz Verde.
El equipo de Luz Verde usó las tendencias de conducción de Google Maps para crear un modelo de IA que mide cómo fluye el tráfico a través de una intersección, incluyendo patrones de arranque y parada, tiempos de espera promedio en un semáforo y coordinación entre intersecciones adyacentes.
El modelo identifica posibles mejoras, como reducir unos segundos la luz roja durante horas valle o coordinar intersecciones que aún no están sincronizadas. Los ingenieros de la ciudad revisan esas recomendaciones y pueden implementarlas en tan solo cinco minutos, usando la infraestructura existente de la ciudad.
"Para lograr un impacto positivo en el clima, queremos poder desplegar recomendaciones de Luz Verde de alta calidad en muchas ciudades globalmente y escalar rápidamente. Así que diseñamos todo para que fuera simple y ligero — las ciudades no necesitan invertir en software o hardware dedicados," dice el gerente del programa Luz Verde, Alon Harris. "Solo compartimos nuestras recomendaciones con la ciudad, y luego ellos las evalúan y toman acción."
Primeras pruebas.
Desde su primer piloto en 2021, el equipo ha probado más y más intersecciones, desarrollado predicciones más precisas y llevado Luz Verde a más de una docena de ciudades alrededor del mundo, incluyendo Río de Janeiro, Seattle, Bengaluru y, más recientemente, Boston.
El equipo también desarrolló un panel de control completo para compartir fácilmente recomendaciones y análisis con las ciudades socias, mientras continúa monitoreando para cualquier cambio necesario.
El panel de control de Luz Verde proporciona recomendaciones específicas para cada ciudad y tendencias de apoyo. Después de implementar una recomendación, el panel muestra un informe de análisis de impacto.
Hoy en día, Luz Verde está activo en más de 70 intersecciones, ayudando a ahorrar combustible y reducir emisiones en hasta 30 millones de viajes en automóvil mensualmente. Los primeros números indican que se podría reducir hasta un 30% las paradas y hasta un 10% las emisiones en las intersecciones.
EL futuro de Luz Verde.
El equipo está trabajando para escalar Luz Verde a cientos de ciudades y decenas de miles de intersecciones en los próximos años. Y en ese camino para hacer el mundo un poco mejor, esperan que ayudar a las personas a experimentar menos tráfico de parar y arrancar también esparza un poco de alegría.