Con cada actualización de un sistema operativo pueden aparecer problemas, esto no es algo nuevo para los desarrolladores y la comunidad, ya que aunque se lanzan versiones de prueba para testear los fallos siempre pueden aparecer otros nuevos.
En el caso de muchas casas que modifican con bloatware cada versión del sistema operativo y en ocasiones estos cambios introducidos pueden dar problemas por su falta de optimización o de pruebas. A lo largo de todos los años en los que ha funcionado Android ha habido muchos ejemplos que ilustran esto y el más reciente ha venido de las manos de Samsung. La compañía surcoreana no se ha caracterizado por su especial atención a la hora de actualizar sus terminales, en muchos terminales incluso se retrasa casi un año desde la salida de la última versión de android y sus problemas con el A3 de 2016 es el ejemplo. La compañía actualizó los terminales hace 3 meses y desde entonces algunos usuarios han notado algunos problemas en rendimiento pero el mayor de todos ellos es el hecho de que la batería de su terminal no carga más allá del 87%. Puede que no sea un error tan grave como otros ocurridos pero sufrir una limitación de carga sin ser intencionada ,como en el caso de los Note 7, es bastante serio.
Por el momento la compañía compañía no se ha posicionado al respecto, y las sucesivas actualizaciones del firmware no han solucionado este problema. Esperemos que la compañía pronto dé una respuesta al problema ya que en algunos casos se ha llegado a perder hasta un 20% de capacidad de carga, lo que daña la autonomía del terminal.