Memorias de una pantalla rota

Xurxo Freitas Pereira
6 de feb. de 2017
2 min de lectura

La imagen de un teléfono cayendo, casi a cámara lenta, desde cualquier altura, es una de esas cosas que pone nervioso a cualquier “geek”, ver caer a tu dispositivo, es horrible, pero aún es peor, ver que quedó con la pantalla hacia abajo, y no puedes saber si salió intacto o no hasta que lo coges.

 

El 5% de las personas aseguran que se les cae el móvil al menos 6 veces al mes.

Por suerte, personalmente, no se me suele caer mucho el móvil, pero por desgracia, una sola vez basta, y aquí estoy, con un teléfono roto y esperando a llevarlo a arreglar.

No existen demasiados datos, para confirmar porcentajes de caídas, pero según un estudio de Tech21, al 90% de las personas se le cae al menos una vez al mes el teléfono, la cual es una cifra realmente significativa.

 

 

A pesar, de estos datos, las empresas poco hacen para intentar solucionarlo, vale, Corning saca cada poco tiempo una versión de sus cristales, que se suponen más duros, pero todos los días se siguen rompiendo móviles, incluso el vidrio más fuerte es relativamente fácil de romper. Para más inri, la tendencia es de incluir más teléfonos con cristal por delante y por detrás, por lo que aún tendremos más posibilidades de romperlo.

 

¿Por qué se rompen cada vez más pantallas?

Si asumimos que las personas no son cada vez más torpes, y que cada vez los cristales son mejores, el aumento de las pantallas rotas debe de estar relacionado con que cada vez usamos más los teléfonos para más cosas.

La visión de personas caminando con sus teléfonos en la mano, leyendo las noticias o poniéndose al día en alguna red social, se ha convertido en una costumbre. Los teléfonos inteligentes se están convirtiendo en algo muy importante dentro de nuestras vidas, y una pantalla rota es más que una molestia, es una tragedia.

 

 

Sin embargo, la misma encuesta de la que hablábamos antes, dice que muchas personas están dispuestas a seguir usando un teléfono con una pantalla agrietada o incluso rota, ya que la idea de tener que llevarlo a una tienda a arreglar o remplazar, está a menudo muy lejos de su presupuesto, ya que un arreglo de ese nivel puede llegar a ser muy costoso.

Por suerte para algunos, un Smartphone caído no es siempre uno roto, pero como dice el refrán más vale prevenir que lamentar, por lo que si no quieres estar en mi misma situación, lo mejor será que compres una funda o que tengas un poco más de cuidado.

Si por algún motivo no quieres o no puedes ser más cuidadoso, otra opción siempre es comprarte un ladrillo móvil más resistente y grueso que probablemente aguantará mejor los golpes.