¿Cuántas veces al día utilizas Google, Bing u otro buscador? Seguramente, innumerables. Es un gesto casi automático: buscas algo, haces clic en uno de los primeros enlaces y obtienes tu respuesta. Sin embargo, esta confianza y rapidez con la que interactuamos con los motores de búsqueda se ha convertido en un arma de doble filo que los ciberdelincuentes saben explotar muy bien.
Detrás de enlaces aparentemente inofensivos, incluso aquellos que ocupan las codiciadas primeras posiciones, pueden esconderse trampas diseñadas para robar tu información personal, infectar tus dispositivos con malware o estafarte.
¿Cómo engañan los buscadores? Las tácticas de los ciberdelincuentes
Los atacantes utilizan principalmente dos métodos para colar sus webs maliciosas entre los resultados legítimos:
Anuncios maliciosos (Malvertising)
Esta es una de las técnicas más comunes. Los delincuentes pagan para que sus anuncios aparezcan destacados en los resultados de búsqueda para términos populares, como nombres de software conocido, servicios bancarios o incluso consultas generales.
Estos anuncios dirigen a páginas web fraudulentas que imitan a las oficiales, buscando que introduzcas tus credenciales, datos bancarios o descargues software malicioso pensando que es legítimo. Google lucha activamente contra esto, bloqueando miles de millones de anuncios al año, pero algunos consiguen filtrarse.
Envenenamiento del SEO (Black Hat SEO)
Aunque menos frecuente que el malvertising debido a su complejidad, el envenenamiento del SEO consiste en manipular los algoritmos de los buscadores para posicionar webs maliciosas en los resultados orgánicos (los no pagados). Utilizan técnicas ilícitas para que Google o Bing consideren que su página es relevante y fiable para ciertas búsquedas, engañando tanto al buscador como al usuario.
Ejemplos reales
Las campañas maliciosas afectan a todo tipo de búsquedas:
Software popular falsificado
Se han detectado campañas que suplantaban las páginas de descarga de navegadores como Firefox o aplicaciones como WhatsApp y Telegram. Los usuarios, al buscar estos programas, acababan en webs falsas que distribuían malware en lugar del software real.
El auge de la IA y las nuevas estafas
La popularidad de herramientas como ChatGPT ha sido aprovechada rápidamente. Han aparecido anuncios fraudulentos que llevaban a supuestas webs de ChatGPT que en realidad buscaban recolectar datos de tarjetas de crédito.
Servicios cotidianos
Desde la búsqueda de billetes de autobús, suplantando a compañías de transporte para robar datos bancarios y credenciales, hasta la falsificación de páginas de entidades financieras como Mastercard, los delincuentes buscan cualquier oportunidad para engañar.
¿Por qué caemos en la trampa?
La principal razón es la confianza inherente que depositamos en los motores de búsqueda y, sobre todo, en los primeros resultados que nos ofrecen. Además, a menudo no distinguimos claramente entre un anuncio (resultado patrocinado) y un resultado orgánico, y los ciberdelincuentes se aprovechan de esta confusión, especialmente a través de anuncios maliciosos.
Cómo navegar seguro
Aunque los buscadores implementan medidas de seguridad, la precaución del usuario es fundamental. Aquí tienes algunas pautas:
- Desconfía por sistema: Que un enlace aparezca arriba no garantiza que sea seguro. Sé escéptico, especialmente con los anuncios.
- Examina las URLs con lupa: Antes de hacer clic, fíjate bien en la dirección web. Los estafadores suelen usar dominios muy parecidos a los originales, cambiando una letra o usando extensiones extrañas (typosquatting). Comprueba que sea exactamente la URL oficial.
- Distingue entre anuncios y resultados orgánicos: Aprende a identificar los resultados patrocinados (suelen llevar una etiqueta de Anuncio o Publicidad). Ten especial cuidado con ellos.
- Utiliza medidas de seguridad robustas: Protege tus cuentas con contraseñas fuertes y únicas, activa la autenticación de dos factores (2FA) siempre que sea posible y utiliza un software de seguridad fiable que pueda detectar y bloquear webs maliciosas.
- Aprovecha las herramientas del buscador: Google, por ejemplo, permite ver más detalles sobre los anunciantes en los resultados patrocinados (haciendo clic en los tres puntos). Esto puede ayudarte a detectar discrepancias.
- Reporta los sitios sospechosos: Si encuentras una web que parece fraudulenta, repórtala al buscador para ayudar a proteger a otros usuarios.
Conclusión: Busca con inteligencia (humana)
La forma en que buscamos información online está en constante evolución, con la IA generativa ganando terreno. Sin embargo, el clásico proceso de buscar y hacer clic seguirá siendo fundamental. Por ello, es vital ser conscientes de los riesgos asociados y adoptar hábitos de navegación seguros. No dejes que la comodidad te haga bajar la guardia: busca con cuidado y verifica siempre antes de hacer clic.