La gama Note ha sido durante muchos años un referente en lo que a phablets se refere, terminales de gran tamaño y unas prestaciones impresionantes que se centraban sobretodo en ofrecer buenas opciones de productividad. Sin embargo con los últimos terminales de Samsung muchos nos hemos preguntado acerca del sentido entre la gama S+ y la gama Note ya que los tamaños son equiparables y las prestaciones prácticamente también.
La compañía parece estar replanteándose su estrategia comercial, primeramente apoyándose en lo anteriormente citado y sobretodo por temas económicos. Diseñar dos terminales de gama alta distintos ya es una tarea compleja pero 3 diferentes en los cuales uno de ellos no tiene características propias hace que se realicen muchos gastos de inversión. Samsung buscaría aumentar la rentabilidad de sus gamas altas ya que las ventas de los S9 no han sido todo lo buenas que debieran y el Note 9 tiene pendiente ver si mejora los resultados de este año.
Tres buques insignia, es decir, tres Galaxy S10 podrían ser la solución para Samsung. Tendríamos el modelo básico que seguiría la tendencia del modelo S actual, uno de mayor tamaño que suponemos que seguirá siendo el S10+ y un modelo de mayor precio y prestaciones que se inspiraría en el modelo Note. Se había rumoreado también la posibilidad de que Samsung lanzase un modelo Lite aunque para eso la compañía ya tiene a los Galaxy A.
Parece que mucho de lo que pase para el año que viene estaría en manos de los resultados del Note 9 y según varios medios parece que para este año no esperan vender muchos, fijando el resultado de ventas en 12 millones de unidades lo que no es mucho por lo que los rumores podrían ser ciertos.