Hasta ahora, los teléfonos habían contado con espacios especiales dedicados a hardware especialmente sensible como la cámara, sensores o detectores de luz. Los fabricantes de fundas, por su parte, siempre optaron por dejar huecos en torno a estos dispositivos, de forma que los accesorios no interfiriesen con el uso de nuestro teléfono. La tecnología ha cambiado, los fabricantes ya no pueden esquivar estos sensores y, en el caso del Samsung Galaxy S10 es malo para la privacidad de sus usuarios.
El principal problema del S10, S10+, S10 5G, Note10 y Note10 + es que el sensor de huellas es ultrasónico y se encuentra bajo la pantalla. Esto, combinado con algunas fundas que cubren la pantalla parecen desencadenar que el sensor no llegue a distinguir correctamente la huella del usuario, haciendo que, mientras la configuración incorrecta se mantiene y el accesorio se encuentra sobre la pantalla, el dispositivo permita a cualquiera suplantar nuestra huella dactilar.
¿Cómo solucionarlo?
Ahora que se conoce el problema, los accesorios sobre la pantalla, la solución parece clara y pasa por quitar dichos accesorios, eliminar las huellas dactilares guardadas en el dispositivo y volver a añadirlas, asegurándonos de escanear nuestra huella dactilar en su totalidad.
Samsung planea lanzar una actualización que termine con este problema, no obstante, mientras tanto se recomienda no usar accesorios sobre la pantalla del teléfono si se va a usar el reconocimiento de huellas como forma de seguridad.