Hasta el momento, cuando viajábamos a otro país, antes de llegar al suelo extranjero, lo primero que teníamos que hacer era desactivar los datos, para que así, no se nos conectase a la red de algún operador extranjero y que luego al llegar a casa, nos esperase una factura desproporcionada que pagar.
Llegando a tal punto que las tarifas podían ser de hasta 50€ por Gigabyte de forma completamente legal, por lo que imagínate la “broma” que te esperaba al llegar a casa.
Nueva normativa.
Esta nueva normativa ya se estaba barajando desde hace unos años, pero las operadoras se negaban a que saliesen adelante. De momento, se trata de un preacuerdo, pero tan sólo hace falta llevarlo al parlamento y que los países lo aprueben, lo que parece que será más que probable.
El acuerdo, significa, que la UE estará libre de cargos de Roaming a partir del 15 de Junio de este mismo año 2017. Cuando llegue el momento, cualquier persona europea que viaje a través del territorio comunitario, podrá hacer llamadas, enviar mensajes y acceder a internet sin tener que preocuparse por ningún gasto a mayores del que ya pagaría a su operadora normal.
Las operadoras también serán beneficiadas.
La nueva ley no solo repercutirá en los usuarios, las empresas de telefonía también serán favorecidas, ya que pueden estar seguros que otras compañías no les podrán reclamar facturas desmesuradas producidas por sus clientes en otras redes. Debido a que los detalles del acuerdo ponen un límite de precios a las llamadas, SMS y datos, que serán revisados cada dos años por la Comisión Europea.
Nuevos precios.
Si antes estábamos hablando de precios de 50€/GB, descenderán hasta los 7,70€ por Gigabyte y se espera que en 2022 se sitúen en 2,50€ mucho más barato de lo que pagamos muchos en nuestros países. En cuanto a las llamadas también bajarán de los 5 céntimos de euro por minuto a 3,2 céntimos y los cargos de SMS se reducirán de 2 a 1.
Obviamente, es un gran triunfo para todos nosotros. Pero llevar a cabo estos precios ha sido muy complejo, para mantenerlos los suficientemente bajos para que los operadores no necesiten pasar los costes a sus clientes, pero lo suficientemente altos, para que no pierdan dinero y puedan mantener las infraestructuras ya creadas.
Como pudisteis leer un poco antes, aún no está todo acabado, el acuerdo provisional alcanzado hoy mismo, aún tiene que ser confirmado por el Parlamento Europeo y todos los estados miembros. Y aunque todo apunte a que se hará realidad sin problemas aún no nos podemos dar por vencidos.