La industria móvil es un sector muy potente y lo será durante muchos años, los smartphones ya se han convertido en el compañero predilecto de todo el mundo y venderlos puede ser uno de los negocios más rentables aunque también puede producir pérdidas millonarias.
En el caso del Essential Phone por el momento las cosas no pintan muy bien. El primer modelo creado por la nueva compañía de Andy Rubin, el PH-1, lanzado a principios de este mes tiene uno de los mejores diseños del mercado, además de un hardware a la altura de los mejores terminales del mercado y con Android Stock bajo el brazo por lo que ¿cuál es el problema?. En principio no debería tener malas ventas ya que la propuesta es sólida, sin embargo a dí de hoy solo se han vendido 5000 unidades del PH-1 según estimaciones de BayStreet, lo que es realmente ridículo para un terminal de gama alta y cualquier gama en general.
Entre los factores que se barajan primeramente es el precio del terminal de 700$, ya que para un terminal nuevo de una marca que necesita hacerse un hueco en el mercado es elevado a pesar de las prestaciones, otro factor relevante es que el único proveedor del buque insignia es Sprint, que no es precisamente la mejor compañía con la que colocar el terminal si comparamos otras opciones como Amazon. Otro de los factores a tener en cuenta es que el terminal por el momento es exclusivo de Estados Unidos, se ha contemplado la expansión a Europa pero no se han concretado fechas y eso no ayuda a que el resto del público extranjero pueda adquirirlo.
Tendremos que ver en qué queda todo esto, pero los costes de producción de un terminal son muy altos y con unas ventas tan bajas puede suponer incluso la caída de la compañía Essential Phone tras apenas haberse iniciado en el mercado.