Tras mucho tiempo trabajando juntos, la compañía taiwanesa ha decidido vender su división móvil a Google tras un gran acuerdo del que se llevaba tiempo hablando.
Hace apenas una semana mencionamos que la compañía taiwanesa estaba en negociaciones con Google para o bien llegar a un acuerdo de distribución ventajoso o vender su división móvil, finalmente ha sido lo segundo. El movimiento no es inesperado, recordemos que ambas compañías han lanzado terminales juntos desde hace muchos años y no es de extrañar que en Google haya querido adquirir la compañía.
El momento perfecto
Esta compra se ha debido a un gran cúmulo de circunstancias que ha permitido a Google hacerse a partir de ahora un hueco mayor en la industria con la posibilidad de poder producir sus propios terminales sin depender de otras compañías, algo que ya llevaban tiempo buscando.
Para empezar hablemos de Google, tras la nueva era iniciada por Google el año pasado con sus nuevos Pixel, la compañía dejó bien claro que las cosas iban a cambiar y que ahora las aspiraciones de la compañía en ofrecer terminales de gama alta al mismo nivel que la competencia, aunque se veían limitados por su carencia en cuanto a la capacidad para producir sus terminales ya que no tenían infraestructura para ello.
En cuanto a HTC, la compañía llevaba mucho tiempo con unos resultados financieros nefastos. Desde el 2011 la compañía fue perdiendo cuota de mercado de forma rápida y los acuerdos firmados con Google para producir los Pixel no son suficiente para levantar las enormes pérdidas de una compañía entera. Por este motivo a la compañía le salía muy a cuenta vender su división móvil para así mantener otras divisiones que sí que le pueden ser de mayor provecho.
Ante esta situación, podemos decir que ambas compañías salían ganando con el trato, el cual ha consistido en que Google adquiere la división móvil de HTC, junto con 2.000 empleados de la división que ya habían trabajado en los Píxel por lo que son gente preparada para seguir la línea de trabajo que la gran G quiere para sus futuros smartphones. A cambio, HTC se deshace de una gran parte de la plantilla de ingenieros aunque puede seguir usando su marca para nuevos terminales, además de recibir 1.100 millones de Google que aunque es menos que lo que se pagó por Motorola sigue siendo una cifra alta por una división concreta.