Google

Burger King y Google Assistant, el primer ejemplo de un problema

Cristian Do Carmo Rodríguez
14 de abr. de 2017
2 min de lectura

Burger King, en su último anuncio por televisión, hace uso de la que puede ser la mejor campaña publicitaria hasta ahora. Con la excusa de que el anuncio no tiene el tiempo suficiente para hablar de sus productos, el personaje que se nos presenta se acerca a cámara y dice “OK Google…” ¿Cuál es el problema? Si estás en tu teléfono o si tienes un Google Home, obedecerán a tu televisor.

Se abre la veda.

Como decimos, Burger King ha usado algo que sigue la misma idea del problema por el que pasó Amazon Alexa cuando, sin sus dueños quererlo, compra casas de muñecas obedeciendo también al televisor.

El anuncio en cuestión es el siguiente. Si tenéis algún teléfono encendido con Google activado ya no tenéis que preocuparos, Google ha tomado cartas en el asunto asegurando que no sabían nada para terminar con este problema.

 

https://www.youtube.com/watch?v=U_O54le4__I

 

En este caso, el problema no es que nuestro Google Home nos hable de hamburguesas. En este caso, el problema real que se pone de manifiesto es que tener un dispositivo que escucha seguido puede ser peligroso.

Ahora que Burger King ha sido el pionero en “hackear” a Google Assistant, quién sabe que nuevas campañas de marketing se crearán usando esta misma idea. Cualquiera que lo desee podría modificar la propia Wikipedia, de dónde saca Google Assistant las respuestas, para mostrar cualquier comercial o contenido. Lo que para muchos se trata de una broma, podría ser una amenaza a nuestra privacidad.

 

Hotword detection.

Hotword detection es el sistema tras la detección de palabras detrás de muchos asistentes. Estas “hotword” serían por ejemplo “OK Google”, palabras que los algoritmos de la aplicación buscan para activar al propio asistente. En gran parte de los casos, lo que se hace es comparar el sonido que se está recibiendo en el dispositivo con una serie de ejemplos de cómo suena esa palabra.

Es en estas palabras claves donde reside el problema. Si el asistente fuera llamado con una palabra dinámica, el propio usuario podría decidir que palabra usar, de forma que un tercero no podría hacer uso de este tipo de trucos.

No obstante, la dificultad de este sistema hace que por el momento nos tengamos que conformar con un par de palabras por asistente y que cualquiera pueda tomar el control de nuestros dispositivos.