Europa pone orden en la verificación de edad online

El Comité Europeo de Protección de Datos ha dado luz verde a unas directrices para verificar la edad en Internet. ¡Se acabó el Far West! Ahora, acceder a contenido para adultos será más seguro y respetuoso con tus datos.

Por Cristian Do Carmo Rodríguez, Xurxo Freitas Pereira, Ana Blanco Vigo,

3 de mar. de 2025
3 min de lectura
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¿Cuántas veces te has topado con la típica pregunta de '¿Eres mayor de 18 años?' al intentar acceder a una web? Pues bien, ¡se acabó la barra libre! El Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD) ha emitido un dictamen que podría cambiar radicalmente la forma en que demostramos nuestra edad en Internet.

person using macbook pro on brown wooden table

La iniciativa, impulsada por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), establece diez principios clave para que las empresas que ofrecen servicios online con restricciones de edad cumplan con la normativa de protección de datos. En resumen, se busca un equilibrio entre proteger a los menores y garantizar que los adultos puedan acceder a lo que les plazca sin tener que revelar información personal innecesaria.

¿Por qué era necesario poner orden en esto?

Imagínate la cantidad de datos que se recopilan cada vez que confirmas tu edad en una página web. Desde la fecha de nacimiento (que a veces se guarda sin ton ni son) hasta la geolocalización (para saber si estás en un país donde ese contenido es legal). ¡Un festín para los amantes de la información personal!

two women facing security camera above mounted on structure

Además, la falta de regulación abría la puerta a prácticas poco éticas. Webs que almacenaban datos de menores de edad, sistemas de verificación poco seguros que podían ser fácilmente burlados, y un largo etcétera de situaciones que ponían en riesgo la privacidad de los usuarios.

Los 10 mandamientos de la verificación de edad (versión GDPR)

Aunque todavía no tenemos el texto completo del dictamen, la AEPD ha adelantado que se basa en diez principios fundamentales. ¿Cuáles son? Pues, en resumen, se centran en:

  • Minimizar la cantidad de datos personales solicitados. No hace falta que sepan tu grupo sanguíneo para saber si puedes ver un anuncio de cerveza.
  • Utilizar métodos de verificación seguros y que no permitan la identificación posterior del usuario. Olvídate de subir una foto de tu DNI a la web.
  • Ofrecer alternativas para aquellos usuarios que no quieran revelar su edad. Quizás una suscripción premium con verificación 'offline' o un sistema de 'vales' prepago.
  • Garantizar la transparencia en el tratamiento de los datos. Que sepamos qué hacen con nuestra información y cómo podemos ejercer nuestros derechos.
  • Establecer medidas de seguridad robustas para proteger los datos de posibles filtraciones. No queremos que nuestra edad acabe en manos de cibercriminales.

¿Y esto cómo me afecta a mí, usuario de a pie?

A corto plazo, quizás no notes grandes cambios. Pero a medida que las empresas vayan adaptándose a esta nueva normativa, deberíamos ver:

  • Sistemas de verificación de edad más seguros y respetuosos con nuestra privacidad.
  • Menos webs que nos obligan a registrarnos con datos personales para acceder a contenido para adultos.
  • Mayor control sobre nuestra información y cómo se utiliza.

En definitiva, se trata de un paso adelante para hacer de Internet un lugar más seguro y respetuoso con nuestros derechos. ¡Y eso siempre es una buena noticia!

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¿El fin de las webs para adultos?

Que no cunda el pánico. Esta nueva regulación no significa que vayamos a quedarnos sin acceso a contenido para adultos. Simplemente, se busca que ese acceso sea más seguro y que no ponga en riesgo nuestra privacidad. Al final, se trata de encontrar un equilibrio entre la libertad de acceso a la información y la protección de nuestros datos personales. Y parece que, por fin, Europa está dispuesta a tomar cartas en el asunto.

Así que, la próxima vez que te pidan tu edad en una web, recuerda que tus datos son valiosos y que tienes derecho a protegerlos. ¡Y si la web no cumple con las normas, denuncia! Al fin y al cabo, la privacidad es un derecho, no un privilegio.