La serie A de Google Pixel siempre ha intentado ofrecer una experiencia Pixel pura a un precio más contenido. El Pixel 8a del año pasado fue un terminal sólido, aunque quizás demasiado cercano a su hermano mayor, el Pixel 8, lo que dificultó su recomendación sin un buen descuento. Ahora, con la llegada prevista del Pixel 9a, parece que Google quiere diferenciar más claramente su gama media. Veamos qué cambia y si merece la pena el salto.
Diseño y pantalla: Un cambio de rumbo
Una de las diferencias más evidentes salta a la vista: el diseño. El Pixel 9a abandona las líneas redondeadas y suaves del 8a por una estética más plana y con bordes más marcados, alineándose con el supuesto diseño de la serie Pixel 9. Este cambio puede gustar más o menos, pero dota al 9a de una identidad propia.
Adiós a las curvas, hola a los bordes planos
Mientras que el Pixel 8a presentaba un aspecto más orgánico y redondeado, el 9a opta por la planitud. Curiosamente, a pesar de ser ligeramente más grande en dimensiones, se espera que el Pixel 9a sea un par de gramos más ligero que el 8a. Un detalle importante es la posible mejora en la resistencia al agua y al polvo, alcanzando una certificación IP68 por primera vez en la serie A, lo que daría un extra de tranquilidad.

La pantalla crece y mejora, pero ojo a los marcos
El panel del Pixel 9a también crece, pasando de las 6.1 pulgadas del 8a a unas 6.3 pulgadas. No es solo tamaño, ya que se espera un aumento significativo en el brillo máximo, mejorando la visibilidad en exteriores. Ambos mantienen resolución Full HD+ y tasa de refresco de 120 Hz. Sin embargo, parece que los marcos alrededor de la pantalla del 9a serán bastante notorios y uniformes, algo a tener en cuenta. Con todo, la pantalla del 8a sigue siendo excelente para su gama, por lo que ambos móviles ofrecen una buena experiencia visual.
Rendimiento y software: Tensor G3 y el futuro de la IA
Bajo el capó, las cosas parecen más estables, aunque con matices importantes de cara al futuro.
Mismo corazón, distintas posibilidades
Tanto el Pixel 8a como el esperado 9a montarían el chip Tensor G3 de Google, acompañado de 8 GB de memoria RAM. Esto significa que, en el día a día, la experiencia usando aplicaciones habituales, navegando o llamando será prácticamente idéntica. Ambos terminales también se benefician de la política de 7 años de actualizaciones de Google, aunque lógicamente, el 9a contará con un año extra de soporte al ser más nuevo.
La Inteligencia Artificial marca la diferencia (Potencialmente)
Aquí es donde pueden surgir diferencias. Aunque la base de Android será similar, el Pixel 9a podría incluir acceso a funciones de IA en el dispositivo gracias a versiones más ligeras de los modelos de Google, como Gemini Nano XXS. Esto podría habilitar futuras funciones de IA que no lleguen al 8a por limitaciones del hardware o estrategia de Google. No obstante, muchas funciones de IA de Google dependen de la nube y estarán disponibles en ambos, y siempre existen alternativas de terceros. Por ahora, la experiencia base es muy parecida.
Batería y carga: Un salto notable para el 9a
Si la autonomía es clave para ti, el Pixel 9a promete ser una mejora considerable respecto a su predecesor.
Más capacidad, más autonomía
El Pixel 8a cuenta con una batería de unos 4.600 mAh, una cifra correcta. Sin embargo, se espera que el Pixel 9a dé un salto importante hasta los 5.100 mAh aproximadamente. Esta diferencia de casi 500 mAh debería traducirse en una autonomía notablemente superior, convirtiendo al 9a en una opción muy interesante para quienes buscan un Pixel que aguante largas jornadas.

Carga más rápida (Por fin)
Otra mejora bienvenida en el 9a es la velocidad de carga por cable, que subiría de los algo anticuados 18W del 8a hasta los 23W. No es un cambio revolucionario comparado con otras marcas, pero sí un avance necesario, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de la capacidad de la batería. La carga inalámbrica, eso sí, se mantendría en ambos casos en unos modestos 7.5W.
Fotografía: ¿Menos megapíxeles, mejores fotos?
La cámara siempre es un punto fuerte de los Pixel, y aunque sobre el papel pueda haber sorpresas, la calidad general se mantiene.
El sensor principal bajo la lupa
Curiosamente, el Pixel 8a tiene un sensor principal de 64 megapíxeles, mientras que el 9a bajaría a 48 megapíxeles. Sin embargo, los megapíxeles no lo son todo. Se espera que el nuevo sensor del 9a ofrezca mayor nitidez y un mejor rango dinámico, aunque quizás con unos colores ligeramente más fríos. Será una mejora sutil pero apreciable respecto a una cámara que ya era buena.
Mismos secundarios, nuevos trucos
Tanto el sensor ultra gran angular como la cámara selfie parecen ser idénticos en ambos modelos. La diferencia en el 9a vendría por el software, con la posible inclusión de funciones como el enfoque macro automático para objetos cercanos y controles de exposición dual mejorados para fotos de grupo. Son añadidos interesantes, pero no decisivos.
¿Merece la pena el cambio?
Si ya tienes un Pixel 8a, la respuesta corta es que probablemente no necesites actualizar al 9a. Las mejoras existen, sobre todo en batería y diseño, pero puede que no justifiquen el desembolso si tu móvil actual funciona bien.
Sin embargo, el Pixel 9a se perfila como una evolución importante y, sobre todo, como un paso para diferenciar más claramente la serie A. Ofrece mejoras palpables en autonomía, un diseño renovado, una pantalla ligeramente superior y mantiene la excelente experiencia de software y cámara de Google. Para quien venga de un Pixel A más antiguo o busque un gama media muy equilibrado y con soporte a largo plazo, el 9a parece una opción muy sólida.
Eso sí, si encuentras el Pixel 8a con un descuento muy sustancial, sigue siendo un terminal muy competente y con años de actualizaciones por delante. La elección dependerá de tu presupuesto y de cuánto valores las mejoras específicas del nuevo modelo.