Poco a poco la domótica está llegando a más y más hogares. De forma análoga a lo que sucedió con las pilas recargables que, por el precio de dos de estas pilas hace unos años ahora puedes comprar el doble o triple de ellas, las lámparas inteligentes se han vuelto más accesibles con el paso del tiempo. Si bien la tecnología se ha abaratado, siguen sin estar exentas de problemas. Por ello, si estás pensando en adquirir bombillas inteligentes, aquí hay un par de cosas que es necesario que sepas.
Qué es una bombilla inteligente.
Una bombilla inteligente es una lámpara que podremos controlar con elementos que no son un interruptor. Simplificándolo mucho, se trata de lámparas, normalmente LED, en las que se introduce una conexión WiFi o de otro tipo a modo de comunicación. De esta forma mediante software o dispositivos específicos podremos encender o apagar nuestras lámparas. Normalmente estas lámparas se conectan a nuestra red WiFi y cada fabricante nos proporcionará una app con la que cambiar su estado, configurar el nivel de brillo o programar encendidos.
Algunos usos destacados son utilizarlas a modo de despertador silencioso, encendiendo la luz de nuestro cuarto a una hora determinada, ajustar el brillo en alguna hora específica del día o simular que estamos en casa para tratar de evitar robos.
Comportamientos indeseados de las bombillas inteligentes.
Las bombillas inteligentes por norma general se encienden de dos formas. En primer lugar tenemos la forma inteligente, es decir, controlándolas a distancia mediante algún software, no obstante, una segunda forma es seguir usando el interruptor de nuestro hogar.
Por obvias razones, sin importar el estado en el que se encuentre nuestra lámpara, si apagamos su interruptor, cortando así su suministro eléctrico, esta se apagará. De igual forma y como comportamiento predeterminado, si encendemos la lámpara en su respectivo interruptor esta se encenderá.
El problema aquí llega cuando no somos nosotros los que hemos encendido el interruptor, algo que se puede dar si se va la luz de toda nuestra casa de forma temporal porque hay tormenta o una avería. En este caso, al volver la luz, nuestras luces inteligentes se encenderán. Si bien supone un gasto energético inútil, también puede suponer una grave molestia si, por ejemplo, este evento tiene lugar en la luz de nuestra habitación un domingo por la noche cuando ya estamos dormidos. Si resides en una zona donde esto es bastante común, utilizar bombillas inteligentes en tu hogar puede suponerte más de un susto.
Qué pasa con las lámparas que se pueden configurar para no encender.
Al problema anterior los fabricantes han propuesto una solución bastante sencilla. En vez de encenderse de forma predefinida tras un apagado eléctrico, estas permanecen apagadas hasta que, mediante su software, procedemos a encenderlas.
Si bien este comportamiento parece ideal si usamos únicamente apps para cambiar el estado de las bombillas, en un uso mixto donde algunos usuarios pretenden seguir usando el interruptor normal de la luz desemboca otra vez en nuevos problemas. Luces que nunca llegan a encender o bombillas que por tratar de encenderlas muchas veces proceden a reiniciar su configuración.
Cuál es la solución a estos problemas.
Aunque parezca contraintuitivo, lo que es necesario domotizar no son las bombillas, son los interruptores. El motivo por el que se ofrecen bombillas inteligentes es porque son mucho más fáciles de configurar que decirle a alguien que modifique la instalación eléctrica de su casa. Haciendo las lámparas compatibles con las roscas de las bombillas normales, los fabricantes han conseguido que instalar una bombilla inteligente sea igual de complejo que cambiar una luz fundida, añadiendo el paso extra de configurarla con nuestra red WiFi una vez colocada. No obstante, esta facilidad de instalación desencadena los problemas que ya hemos expuesto.