El Samsung Galaxy A26 es un terminal que busca atraer por su estética y la promesa de un soporte de software duradero. Sin embargo, no todo son luces; este dispositivo presenta una mezcla de características interesantes con algunos recortes importantes que conviene conocer antes de decidirse.
Diseño y construcción: Un toque premium inesperado
Uno de los puntos fuertes del Galaxy A26 es, sin duda, su apariencia. Samsung ha optado por una trasera de cristal, algo no siempre habitual en este segmento, que le confiere un tacto y aspecto más cercano a gamas superiores. Además, cuenta con certificación IP67 de resistencia al agua y al polvo, un añadido muy valorado para la durabilidad diaria. Se siente como un móvil grande y bien construido en la mano.
Pantalla y Multimedia: Claroscuros en la experiencia visual
Aunque monta un panel con tecnología OLED, que generalmente asegura colores vivos y negros profundos, la parte frontal del A26 se siente algo anticuada. Presenta una muesca tipo gota (teardrop notch) para la cámara selfie y un marco inferior (o barbilla) bastante pronunciado.

Sorprende también que, a pesar de ser OLED, el lector de huellas dactilares se encuentre en el lateral y no bajo la pantalla, como si hacen dispositivos como los Google Pixel 6a.
En el apartado multimedia encontramos carencias notables:
- No dispone de altavoces estéreo, limitando la experiencia de sonido.
- A pesar de venir con Netflix preinstalado, no es compatible con contenido HDR en esta plataforma.
Rendimiento y software: Soporte a largo plazo vs potencia justa
Aquí encontramos una de cal y otra de arena. Por un lado, Samsung promete un soporte de software líder en su categoría, con hasta 6 años de actualizaciones del sistema operativo, lo cual es excelente para la longevidad del dispositivo. También se incluyen diversas funciones basadas en inteligencia artificial.
Por otro lado, el procesador elegido parece quedarse corto frente a la competencia directa. Es suficiente para tareas cotidianas como redes sociales, navegación y mensajería, pero no esperes un rendimiento fluido en juegos exigentes con alta tasa de fotogramas por segundo (FPS).
Otro aspecto negativo del software es la presencia de anuncios y bastante bloatware (aplicaciones preinstaladas no esenciales) que pueden enturbiar la experiencia de usuario. Esto además empeora con cada actualización donde Samsung trata de instalarnos más de este bloatware.
Batería y extras: Lo esperado y lo ausente
La batería cuenta con una capacidad estándar de 5.000 mAh, que debería ofrecer una autonomía correcta para un día de uso. Sin embargo, un punto muy criticable es que Samsung no incluye el cargador en la caja (Algo que hacen también algunos de sus competidores).
Como puntos positivos en conectividad y almacenamiento, encontramos la inclusión de NFC para pagos móviles y otros usos, así como una ranura para tarjetas MicroSD que permite ampliar fácilmente el almacenamiento interno.
Cámaras: Cumplidoras sin alardes
El sistema de cámaras del Galaxy A26 se puede calificar como correcto o decente para su gama, pero sin destacar especialmente. Cumplirá para fotografía ocasional y redes sociales, pero no esperes resultados espectaculares, sobre todo si lo comparamos con otros móviles en rangos de precio similares que apuestan más fuerte por la fotografía.

Conclusión: ¿Es el Samsung Galaxy A26 para ti?
El Samsung Galaxy A26 es un móvil de contrastes. Atrae por su diseño con trasera de cristal, la resistencia IP67, la ranura MicroSD, el NFC y, sobre todo, por su excepcional política de actualizaciones de software.
Sin embargo, decepciona en rendimiento para usuarios exigentes o jugadores, presenta un diseño frontal algo anticuado, carece de cargador en la caja, no tiene altavoces estéreo ni soporte HDR en Netflix, y viene con bloatware.
Si valoras por encima de todo la marca Samsung, un diseño cuidado y la tranquilidad de tener actualizaciones durante muchos años, y tu uso se limita a tareas básicas, puede ser una opción. Pero si buscas más potencia, una mejor experiencia multimedia o cámaras más capaces por un precio similar, existen alternativas en el mercado que podrían encajar mejor.