Los primeros años de la adolescencia son cruciales. Es el momento en que los padres pasan de ser pilotos de helicóptero a copilotos de sus hijos. Es cuando se producen las grandes conversaciones sobre redes sociales, normas, consecuencias y seguridad. Los jóvenes necesitan saber que pueden acudir a sus padres si algo va mal, sin temor a una reacción exagerada.
Las herramientas son importantes. Family Link de Google y la experiencia supervisada de YouTube son recursos útiles. Sin embargo, los padres se enfrentan a múltiples hijos, cada uno con diferentes edades, apps y dispositivos. La idea es que una IA pueda configurar controles personalizados por edad, app y dispositivo.
Restricciones meditadas vs. Prohibiciones generales
Existe un apoyo creciente a normas amplias, como prohibir el acceso a redes sociales a menores de 16 años. Aunque comprensible, esto genera una falsa sensación de seguridad. Los jóvenes encontrarán riesgos y necesitan acceso a dispositivos. Las restricciones meditadas, desarrolladas con padres, escuelas y comunidades, son más efectivas porque ofrecen protección y autonomía.
Si un padre no cree que su hijo esté preparado para las redes sociales, puede mantenerlo alejado. Pero si las usa, debe hacerse de forma responsable y con orientación.
El bienestar online es clave
No se trata solo del tiempo que un niño pasa online, sino de cómo lo usa. No es lo mismo navegar sin rumbo que chatear con un familiar. Durante la pandemia, internet fue un salvavidas para muchos adolescentes, permitiéndoles socializar y explorar intereses comunes.
Limitar demasiado el acceso a internet puede privar a los jóvenes de experiencias valiosas. A la vez, necesitan apoyo para usar la tecnología de forma segura, ayuda para navegar por la IA y formación en las escuelas.
La IA en el aula: un nuevo paradigma
La IA ha entrado en las aulas a gran velocidad. Profesores la usan para crear planes de lecciones, estudiantes para aprender y experimentar, e incluso universitarios para investigación. Es crucial involucrar a profesores, padres, legisladores y, sobre todo, a los adolescentes en este proceso. Debemos permitirles ayudar a dar forma a los sistemas y apoyos que realmente utilizarán.
Los programas de alfabetización digital y educación en IA son un buen comienzo. Sin embargo, es importante que los materiales sean imparciales y desarrollados con el liderazgo de gobiernos o ministerios de educación. Las empresas tecnológicas tienen un papel importante, pero son necesarios marcos independientes para generar confianza.
Recomendaciones para el futuro
- Para los legisladores: Priorizar la seguridad en las cumbres sobre IA.
- Para los profesores: Compartir lecciones y crear normas comunes.
- Para los padres: Mantener la comunicación abierta con sus hijos.
Europa tiende a ser más cautelosa, Estados Unidos más rápida en la adopción de tecnologías. Ambos pueden aprender el uno del otro. La sabiduría proviene de la conversación, ya sea en un aula o en la mesa de la cocina entre un padre y un hijo.