Tras la nueva presentación de los Pixel, nos ha quedado claro que Google quiere dar un nuevo rumbo para marcar la diferencia a sus terminales y desde luego que estos son excepcionales pero sin embargo, muchos usuarios de los Nexus nos hemos sentido entristecidos por el final de una gran y dulce era.
El fin de los Nexus tal y como los conocíamos
Cuando Google presentó el Nexus One fue increíble. Se abría un mundo de posibilidades, una gran marca sería elegida cada año para ser cortejada por Google, con el sistema operativo más puro que podríamos encontrar. Además de estar siempre actualizados, algo que era muy tentador.
La familia fue creciendo y con cada generación llegaba una nueva alegría, el Nexus 4 de LG uno de los terminales más interesantes del momento además de ser asequible. El Nexus 5 otro gran acierto, muchos usuarios aun lo poseen y es muy querido por la comunidad ya que estos, fueron precisamente los que se han encargado de que esté actualizado a Nougat aunque no sea de forma oficial.
En cuanto a capas, podemos destacar que Lollipop, fue sin duda la actualización más bonita que hayamos visto con una estética conocida como «Material Desing» que nos enamoró por su sencillez y posibilidades. Marshmallow fue la actualización encargada de corregir los pequeños defectos de su antecesora, sobretodo en la duración de la batería algo que muchos hemos agradecido y por último, Nougat, que está siendo la capa que más pequeños añadidos ha introducido, como es lógico, ya que cuando algo es perfecto solo puede retocarse en los detalles.
Esta última frase es quizá la que quizá defina a los Pixel, son unos Nexus actualizados con el hardware del momento y con lo mejor en software que Google nos puede ofrecer, sin embargo con la llegada de estos nuevos terminales no solo se ha cambiado el nombre, sino que también ha supuesto el fín de de lo que muchos dábamos por supuesto, el que un poseedor de una generación anterior e incluso dos tenga lo mismo que el de la generación actual en cuanto a software. Era un contrato no escrito que los usuarios de Nexus conocíamos y queríamos ya que sentíamos como la gran G se preocupaba por la gente que sabíamos elegir un producto único. Pero tras la confirmación de que los nuevos Pixel tendrán funciones exclusivas, una parte de nosotros ha sentido un pinchazo en el corazón.
Aun con todo, quiero dejar claro que es normal que Google quiera diferenciar sus terminales aún más, es un paso lógico para una compañía que quiere ofrecer una exclusividad y condiciones a usuarios que no solo eligen un tope de gama sino que creen en Google. Sin embargo como usuario de un Nexus 5X no me siento todo lo feliz que debiera, ya que aunque hay que asumir que cada año llega una generación nueva que tiene mayor capacidad que la actual, se daba por sentado que las nuevas posibilidades del software sí las compartiría.
Un Android 7.1 que no será igual para todos
Si algo se hizo mal en la presentación fue el dejar claro que es lo que podremos y no podremos tener en el resto de terminales. Algo impropio de Google, ya que siempre habíamos tenido clara la fecha de salida de una actualización y sabíamos que esa renovación también concernía a los usuarios de Nexus en primera instancia y más tarde al resto de terminales.
Google está asentando un precedente peligroso, no tenemos claro si aparte de las funciones de atención 24h que ofrecerán a los poseedores de un Pixel y su almacenamiento infinito en Google Fotos habrá otras limitaciones. Hay rumores de que la famosa integración de Google Assistant será exclusiva de los nuevos modelos, algo que sinceramente esperamos que sea falso ya que si como dicen, esta inteligencia, es el futuro, no tiene mucho sentido que no podamos disfrutarla el resto de usuarios. El resto de posibilidades las comentamos en este artículo.
¿Es merecido el descontento general?
No es una pregunta de respuesta fácil, aunque probablemente sería un «sí, en parte», cuando en la presentación anunciaron los pixel y el precio, yo mismo me sentí defraudado, pensando en que era un precio excesivo por apenas renovar aspectos que ya traía el Nexus 6P.
En parte si que es cierto, que no ha habido una gran renovación de los terminales, aunque sin embargo eso no quita que si que se aprecie un cambio y es lógico ya que aunque el diseño no nos guste, no se puede reprochar que sea el mismo del año pasado, o que sus especificaciones no sean buenas, que no ligeramente mejorables. Google ha decidido competir en la liga top y eso tiene un precio, un precio que puede echar a perder a su antigua base de usuarios en favor de dar una mayor imagen de marca como las grandes firmas móviles actuales.
Mucho se ha comparado a Google con Apple por realizar este cambio con los Pixel, pero señores, no nos confundamos, nos están ofreciendo un terminal muy completo, que tiene que enfrentarse a una competencia difícil. Aunque creo que su mayor rival es la propia Google, ya que el mayor número de críticas y comparaciones no son entre los Pixel y su competencia sino a los modelos de años anteriores y la tendencia a la que estábamos acostumbrados. Queremos lo mejor y al mejor precio, algo lógico, ya que la gran G siempre nos lo había ofrecido y aunque creo que el precio de salida es alto para lo que ha sido siempre Google, no creo que diste mucho de sus rivales en el mercado occidental (en el asiático juegan en otra liga) además de que sus especificaciones le permiten competir directamente.
Como conclusión, estoy dispuesto a que la nueva tendencia de Google sea esta, pero a cambio quiero que se me ofrezca verdaderamente lo mejor y en eso incluyo que el terminal podría ser un poco mejor con resistencia al agua y al polvo y puede que permitir que exista un slot para microSD. Si Google me da todo esto en próximas generaciones no creo que sea justo enfadarse porque hagan lo mismo que la competencia aunque en mi opinión con una experiencia mucho más satisfactoria. Veremos como recibe el mercado a estos nuevos terminales y si realmente es un movimiento eficaz o pasará como con el poco querido Nexus 6 y será algo de lo que Google deba aprender.